Algunas
veces nuestros peludos compañeros no pueden controlar la velocidad en la que
comen, ocasionando vómitos, gastritis, o en perros más grandes, la peligrosa
torsión de estómago que puede convertirse en una emergencia veterinaria.
Los
perros llegan a comer rápidamente por varios factores, entre ellos que pueden
sentirse ansiosos, conviven con otros perros y sienten la necesidad de comer
rápidamente para no dejar de comer, o se encuentran aburridos y la hora de la
comida es el único estímulo que les motiva.
Sin
embargo, esto puede cambiarse mientras identifiques la razón por la que tu
perro se está comportando de esa manera, pues no siempre es recomendable que
esta conducta dure por mucho tiempo; así que te damos algunos consejos para
enseñarle a tu perro a comer sin prisas.
- Trata
la hora de la comida como un evento normal e intenta no emocionarlo demasiado
con ella, para que pueda comer con tranquilidad.
- Si
tienes más de un perro, dale a cada uno un plato para que cada quien pueda
comer a su paso y no tengan que sentir que compiten por la comida.
- Adquiere
un plato especial para que coma lentamente, estos platos tienen una especie de
laberinto en su interior que sirve como obstáculo para que tu perro solo coma
bocados pequeños.
- Subdivide
las raciones de alimento, en lugar de darle dos veces al día dale 3 o hasta 4
veces para que no coma demasiado en poco tiempo.
- Practica
ejercicios de autocontrol con ellos, verifica su conducta y lo que hace que
sienta la necesidad de comer todo en dos segundos. Dale recompensas y se
paciente con él.
No
olvides consultar al médico veterinario de tu mascota cuando notes algo fuera
de lo común. Recuerda que cada perro es único y no hay mejor recomendación que
la de un especialista para realizar cambios dentro de su rutina.