Tal vez te has preguntado alguna vez por qué los perros de razas pequeñas deben recibir una alimentación distinta a los perros de mayor talla. Algunas personas llegan a pensar que todo el alimento es igual y que la cantidad es lo único que importa en estos temas, pero la verdad es que hay una razón de valor para que existan tipos distintos de alimento para cada talla.
Esto se debe a que el crecimiento en los cachorros de talla pequeña es más acelerado que en los perros de talla grande. Es decir, que un Poodle llega a la madurez biológica mucho más rápido (incluso antes de alcanzar el año de edad) de lo que lo hace un San Bernardo, que alcanza su tamaño máximo alrededor de los dos años. Necesitando así alimento de distintas propiedades nutricionales que puedan ayudarlos a desarrollarse adecuadamente.
Cuando son adultos, las necesidades también cambian. Los perros grandes y medianos, por su tamaño necesitan más cuidados a partir de los 6 años, ya que en caso de sobrepeso o malos hábitos alimenticios, pueden desarrollar displasia, intolerancia digestiva o enfermedades cardiacas. Además de que en esta edad es cuando comienza la vejez y es necesario brindarles una mayor calidad de vida.
En el caso de los perros pequeños, ellos acumulan mayor cantidad de sarro en sus dientes y son más propensos a la obesidad o al mal aliento, puesto que es más factible que sus dueños les den comida no apta para su alimentación porque generalmente existe, en comparación con las tallas grandes, una convivencia más prolongada con los dueños. Es por eso que necesitan distintos tipos de alimento para satisfacer adecuadamente sus necesidades.
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